Qué ilusión nos hizo el tema de esta tarta: nos dijeron que la querían de Campanilla y que nos daban vía libre para el diseño. Optamos por un bizcocho de calabaza y jengibre a pesar de que los clientes estaban poco convencidos de un sabor tan arriesgado, y resultó un éxito. Les encantó. Pusimos un relleno de crema de queso y lo decoramos con fondant de cereza.
Maria no podía esperar para morder su tarta.
Para la mesa dulce decidimos poner variedad de chuches (gominolas, bastoncitos, judías, regaliz y palomitas dulces). Hicimos unas cupcakes de vainilla rellenas de frambuesa, cake pops de tarta de queso y galletas de mantequilla con glaseado de fresa.
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